CAPACIDADES Y DISCAPACIDADES
Guía clara para el corazón humano
Esta mañana, de
regreso a casa para comer, me frené en el coche esperando el cambio de luz en
el semáforo. En eso, llega un chico, muy joven, pidiendo limosna. Al llegar al coche delante de mi, escucho momentos de la
conversación entre el conductor y el joven. Se cruzaron algunas palabras, y en
un momento dado el chico le dice al conductor: " pero ya sabe que la
verdadera discapacidad está en el corazón". El semáforo se puso en verde y
avanzamos.
Así es, la frase de
este muchacho es la síntesis de las respuestas en la vida. El aspecto físico
nos marca y nos sensibiliza, a unos más y a otros menos -según cada uno-. Pero
está claro que el parámetro lo encontramos dentro de cada uno. Y
desafortunadamente nos damos cuenta que si bien es cierto que hay muchas
personas con capacidades diferentes físicamente, otros muchos denotan carencias
de capacidades interiores para enfrentar la propia vida y la de los demás.
Digo que denotan
carencias, porque quizá no hayan ejercitado el corazón, y por eso lo tengan no
tan hábil. Todos sufrimos de esta discapacidad, por decirlo así. Por eso hemos
de aprovechar las oportunidades que Dios y la vida nos brinda para revisar cómo andamos por dentro, en nuestro corazón.
Ojalá que las palabras que este chico le dijo al conductor del coche delante de mi en el semáforo sea la frase de examen de conciencia personal. La
verdadera discapacidad está en el corazón, pero también la mayor capacidad para
todo se encuentra ahí también. Ejercitémonos en esto para obtener resultados
que dejen huella en la vida.
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