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Los 4 niveles de la gratitud

Guía práctica para personas agradecidas

Tú, ¿Cuál practicas más?


Abriendo el telón de nuevo año, viene bien repasar algunas coordenadas personales que nos sigan llevando por la senda adecuada. Puntos a tener en cuenta en orden a nuestra felicidad, paz y serenidad. Hoy te comparto una de estas coordenadas con el fin de mantenerte firme desde la retaguardia de tu vida. Es decir, estando fuerte por dentro, podrás mantenerte mejor por fuera. Así que toma nota y cerciórate de esta mini-guía práctica, que tiene como objetivo "testar" el nivel de gratitud que tienes. Le llamo los 4 niveles de la gratitud. Veámoslos ágilmente.

1º Nivel. El "Gracias" existencial:
También llamado emocional o psicológico. Tiene como base una especie de respuesta a estímulos que de una u otra forma necesito expresar, responder. La gratitud personal, que se basa en el reconocimiento de algo o alguien que significa algo más. Tiene que ver a menudo con momentos o acciones donde alguna necesidad personal o circunstancia especial que a mi me resultaba difícil de asimilar o sobrellevar, es compensada, sustituida o acompañada por otras personas, principalmente de aquellas que tengo especial cariño, afecto y vínculo personal.
Es una experiencia muy frecuente en situaciones tristes o de dificultad, pero también en especiales momentos personales. La mano que nos tienden, el conforto, la ayuda del índole que sea, suscitan en nuestro interior ese "gracias" que no tiene o busca mayor explicación que reconocer cuanto se hace por uno.

2º Nivel. El "Gracias" social:
Otros nombres que recibe este nivel son también amigable, ocasional o relacional. Es con seguridad el más empleado porque no implica un motivo personal. Simplemente es un gesto de acompañamiento de acciones con un beneficio de continuidad. Las formas sociales y de cortesía copan muchas de nuestras acciones. Al comprar, tomar un café o una copa, al subir al metro, un pequeño favor por aquí, recoger algo a alguien que se le cae, etc. Infinidad de detalles que no necesitan conocimiento mutuo, y  que sin embargo son esenciales en la convivencia humana.
Esta experiencia es muy útil y necesaria, ya que muestra nuestra tarjeta de presentación personal. Una persona aseada y agradecida en su habla demuestra dotes de comunicación, de comprensión, interés sano y cercanía para ayudar. Es el primer paso, ordinariamente, de las relaciones interpersonales. Dentro de la cultura humana, este  aliciente beneficia a cada individuo y a la entera sociedad.

3º Nivel. El "Gracias" profesional:
Lo llaman también convencional o formal. Derivado del anterior nivel, éste tiene que ver con las relaciones de grupos de personas que tienen intereses comunes, sin por eso manifestar agrado, gusto o viceversa. Los favores, las ayudas, las colaboraciones pertenecen a un lenguaje operativo que hace bien a una comunidad de personas que buscan objetivos que les unen.
Practicamos mucho de esto también. Sea principalmente en el ámbito laboral, académico, incluso en otros ámbitos que han tenido o tienen relación con estos sectores, genera un cierto confort personal compartir lo que enriquece a ambos, al círculo que hemos generado. De aquí se derivan muchas amistades, porque han tenido como base interese comunes que a la larga brindaron espacios de confianza más seguros.

4º Nivel. El "Gracias" del creyente:
Lo llamo así para que reúna todos los sinónimos posibles y que vayan en esta dirección.Concentra los tres anteriores y añada un "plus" del todo especial. El aliciente específico está en la actitud o actitudes que una persona genera cuando ha experimentado, conocido y vivido -según el caso- las razones y motivos de fondo sobre su vida y actuar. Porque la fe, así entendida, genera espacios, motivos y razones que nada ni nadie puede darme. Es aquí donde encuentro mi propio espacio personal de intimidad y de apertura y confianza.
Por eso, esta experiencia, la del creyente, mira hacia arriba, no solo hacia el frente o hacia abajo. Aumenta el bagaje y volumen de su conducta, de sus relaciones, de sus acciones. Se siente protegido, acompañado, y de ahí que su respuesta sea ese "gracias" íntimo y específico. Y sobre todo, el gran revulsivo de este nivel radica en la paz y estabilidad que una persona mantiene en momentos duros, difíciles, porque experimenta como nadie lo que otros incluso no podrían ser capaces de darle.

Ahora te toca a ti. Claro está que todos practicamos los cuatro, varía la calidad y la cantidad en cada uno de los niveles. Por eso, aprovecha las rebajas de este tiempo para adquirir una mayor y mejor calidad de gratitud. Hace mucho bien, es de especial necesidad y genera positividad interior y en tu ambiente personal. Vale la pena invertir en esto. Los resultados tú mismo los experimentarás.

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